Hace unas semanas, como voluntaria de Junior Achievement, tuve la hermosa oportunidad de conversar con jóvenes que buscan diseñar su futuro en este mundo digital, que transitamos los seres humanos.
Mientras preparaba el contenido con el propósito de inspirar e invitar a la acción, me hice esta pregunta: ¿Qué sentirán los jóvenes cuando fallan, cuando se equivocan?
Con este interrogante en mente, dejé de lado el borrador que estaba haciendo, (y con el mismo propósito; pero diferente contenido), empecé de nuevo.
👆 Así fue la apertura de los encuentros que sumaron +100 personas, con quienes recorrimos mis dudas, miedos y errores en lo laboral y personal. ¡Pero eso no fue lo interesante! Sino el aprendizaje que fui - y voy - capitalizando a lo largo del camino.
"¿Aprender metiendo la pata? una pregunta simple que ¡no es fácil de responder!"
Aceptar los errores, y las emociones que éstos nos generan, es un ejercicio. Entonces, en la medida que más lo practicamos, más aprendemos.
Requiere de autocrítica, humildad, soltar la exigencia, explorar la vulnerabilidad, ser autocompasivos y reconocer que somos seres humanos - NO PERFECTOS -. Y, además, ser resilientes.
Cada mañana cuando me levanto metiendo la pata derecha en la pantufla izquierda y el pie izquierdo en la pantufla derecha. ¡Me río de mí misma!
Y, sin hacer culto al error, doy luz verde al aprendizaje con preguntas:
1. ¿Qué voy a aprender?
2. ¿A qué voy a adaptarme hoy?
3. ¿En qué voy a ayudar a otras personas con lo que aprenda?
Y vos... ¿Qué sentís y aprendés al meter la pata?
Nos estamos leyendo, Ale Clavel
Sumate acá al ecosistema 4D
Comments