Como seres humanos tenemos posibilidad de elegir las miradas sobre las situaciones que vivimos.
¿De qué hablamos al nombrar VULNERABILIDAD?
La vulnerabilidad podría definirse como la capacidad disminuida de una persona o un grupo de personas para anticiparse, hacer frente y resistir a los efectos de un peligro natural o causado por la actividad humana, y para recuperarse de los mismos. La vulnerabilidad pone en jaque las zonas de control así como los límites humanos.
El ejercicio de la vulnerabilidad favorece el aprendizaje, la colaboración y el desarrollo de la humildad como valor.
¿Qué es la EMPATIA?
Empatía es la capacidad humana de conectarnos emocionalmente con los demás incluyendo la capacidad para tomar una perspectiva objetiva desde lo cognitivo y afectivo. Invita a la escucha activa, la comprensión y apoyo emocional. Es una competencia que hace a la inteligencia emocional. La palabra deviene de vocablos griegos que significan “dentro de él” y “lo que se siente”. La empatía ha sido categorizada en:
empatía cognitiva: la identificación del estado mental de un otro partiendo de su relato y comunicación no verbal.
empatía emocional: propone la sensibilidad cognitiva primero para trascender al sentir del otro.
Estas categorías se diferencian de la simpatía, la cual caracteriza la preocupación por la experiencia del otro teniendo capacidad para identificar y sentirla.
Desarrollar la empatía favorece los vínculos, la resolución de conflictos y la generación de ambientes de trabajo psicológicamente sanos.
¿Para qué sirve la RESILIENCIA?
La resiliencia es capacidad de una persona para superar circunstancias traumáticas.
Las personas resilientes:
aceptan las situaciones complejas y, desde allí,
son capaces de conductas positivas.
desarrollan la autoconfianza.
motivan e inspiran a otros.
capitalizan las experiencias como aprendizaje.
tienden a desarrollar la creatividad.
Algunas opciones para generar endorfinas y arrimarse a la resiliencia.
Las endorfinas son sustancias producidas por nuestro cerebro que estimulan los centros de placer creando situaciones satisfactorias que contribuyen a eliminar el malestar. Jack Lawson, en su libro endorfinas, indica que hay algunos procesos químicos de nuestro cerebro que podemos aprender a gobernar de acuerdo con nuestras necesidades.
Esperamos sea de utilidad.
Nos leemos pronto.
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