Según un estudio del Boston Consulting Group (BCG) realizado durante el 2019,
las empresas que perduren serán las resilientes tanto a la incertidumbre como a la aparición de escenarios disruptivos y complejos.
Es decir, aquellas que desarrollen la imaginación de contextos inexistentes y se preparen transitarlos.
Partiendo de estos aportes hace sentido que entre las habilidades de cara al 2025, presentadas por el (WEF) World Economic Forum, se encuentren la creatividad, la disrupción, la innovación, el pensamiento crítico y analítico además del aprendizaje activo y la empatía.
Existen distintas prácticas asociadas al pensamiento del futuro (future thinking), e innovación disruptiva, una de ellas es MoonShot Thinking.
¿Cuál es la propuesta del pensamiento MoonShot?
Moonshot Thinking propone imaginar una meta muy ambiciosa (cuasi imposible - en mi modelo mental sería de ciencia ficción) y construir acciones para alcanzarla, posibilitando resultados 10x mejores en lugar de un 10% superador.
Iván Bofarull en su libro "MoonShot Thinking, Transforma la innovación disruptiva en una oportunidad" sugiere anticipar, lanzar y aterrizar como etapas; e incluso hacer un mix entre el 10x y 10% fomentando un escenario de resultados incremental y exponencial.
Adicionalmente resalta la generación de hábitos, en vista de desarrollar este pensamiento.
¿Qué hábitos arraigar para propiciar la innovación disruptiva del MoonShot Thinking?
Iván introduce el bucle de los hábitos comprendido por tres comportamientos:
Señal: poner al cerebro en modo automático, le dice qué hábito elegir.
Rutina: chequear la respuesta física, mental y/o emocional.
Premio: reconocer lo que el cerebro recuerda de este bucle que te prepara para el futuro.
Como complemento, propone estos 12 hábitos 👇 para estimular el pensamiento 🚀
¿Quiénes deberían desarrollar el pensamiento MoonShot? Según Henry Chesbrough, Director del Garwood Center for Corporate Innovationen UC Berkeley, el desarrollo del pensamiento MoonShot es indispensable para Ceos, directores, gerentes y emprendedores.
En mi opinión, esta práctica debería estimularse en todas las personas que forman parte de la organización; aunque intuyendo la utopía, enfatizo el valor que aporta su desarrollo en las áreas humanas.
¿Cuáles son sus aportes?
CoCrear acciones que mejoren 10x un determinado problema y/o situación.
Entender la variación de costos, sobre todo el marginal en la medida que la digitalización toma protagonista.
Generar nuevas oportunidades de negocio, aprovechando recursos no-activos.
Descubrir y desarrollar modelos de negocios.
Entregar valor diferencial y disruptivo.
Estimular la creatividad, la imaginación (habilidades que la I.A. aún no tiene)
Aumentar la capacidad de resiliencia ante la incertidumbre.
Desarrollar el pensamiento analítico y crítico.
Prepararse para escenarios futuros, que hoy podrían parecer poco probables.
Incentivar la cultura colaborativa.
Algunos ejemplos de aplicación para cristalizar los aportes
¿Qué se necesita en la empresa, emprendimientos y equipos para activar el pensamiento de futuro?
Clayton Christensen, quien fuera profesor de Harvard, resaltaba 4 claves necesarias para aprovechar los beneficios de la innovación disruptiva, a las cuales agrego algunas:
Habilitar equipos de innovación interdisciplinarios.
Establecer métricas claras y mantenerlas visibles.
Tener estrategias flexibles que cambien en función de la demanda de mercado (agrego: cuidando la coherencia y sintonía con el propósito de la empresa).
Apalancar el pensamiento innovador incorporando metodologías ágiles.
Promover un ambiente psicológicamente seguro (abierto al fracaso y error), que favorezca la experimentación y la inteligencia colectiva.
Ejercitar el aprendizaje activo, el desaprender y reaprender del negocio.
Empezar chiquito, sostener e incrementar para impactar en grande.
ALGUNAS REFLEXIONES PARA CERRAR
Innovar trasciende al mundo de la tecnología, pues tenemos la opción de elegir innovar en nuestra vida cotidiana. Tampoco es sólo pensar fuera de la caja, sino identificar "la caja" que configuramos en base a nuestros sesgos, miedos y experiencias.
Estimular el pensamiento crítico, analítico y creativo nos invita explorar nuestros modelos mentales y, si nos animamos, a actualizarlos y/o generar nuevos.
Si llegaste hasta acá vale la invitación a pensar ¿Qué variables, además del impulso tecnológico, incluís para estimular tu pensamiento y experimentar el hacer de una manera diferente en la empresa, en el equipo, en el liderazgo y en tu vida?
Nos leemos pronto, hay más para compartir. Cariños, Ale Clavel
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